De acuerdo a lo prometido en el artículo anterior, y entendiendo dónde está la raíz del miedo a hablar en público, empieza a probar alguna de las siguientes técnicas para superar este problema en forma definitiva:
a) Piensa en positivo. Lo que diferencia al pesimista del optimista no es la situación en la que se encuentra (para ambos es la misma) sino que el primero piensa que todo saldrá mal, mientras que el segundo está casi seguro que todo saldrá bien. Empieza a ser optimista. Cuesta lo mismo y las ganancias son muy superiores…
b) Habla sobre lo que sabes: a partir de hoy, prueba hablar con otros de algún tema que conozcas a la perfección: decoración, fútbol, revistas, etc. Notarás cómo tu conversación es más fluida y tranquila. He aquí una prueba de que cuando conoces el terreno te mueves con mayor naturalidad y casi sin miedos.
c) Acepta el miedo como parte de tu naturaleza humana: es decir, aprende que es normal sentirlo, que todos lo sienten, y que no tienes que hacerte un gran problema por ello. Sólo está en tus manos encontrar la solución, y, para eso, estoy yo con mi curso de oratoria para ayudarte.
d) Actúa como si: muchas veces, cuando asumimos un rol de actor, el sólo hecho de presentarnos como tal anula el miedo, al menos en forma temporal. Es como si te aprendieras un libreto, que tienes que dar frente al auditorio. Éste es un método que funciona sólo en algunos casos, y en determinadas circunstancias y personas.
e) Sé tu mismo: éste método es todo lo contrario del anterior, y es una derivación del segundo. No te compares con otros oradores. Tú eres quien eres, con tus particulares circunstancias y cualidades, y tienes que aceptarlas y aprovecharlas a tu favor. Hace poco, uno de mis alumnos que tenía muy mala voz, decidió aprovechar esto a su favor durante un discurso. Empezó diciendo «he aquí, frente a ustedes, la esperanza encarnada de los que tienen una voz pésima. Si yo puedo dar un discurso, amigos, cualquiera podrá!». Esto genera una buena predisposición por parte del auditorio, que ahora sí está más abierto. Y, por parte del orador, relaja la situación desde el primer minuto.
f) Es cuestión de actitud: si quieres estar seguro y confiado, actúa, vístete, habla y gesticula como una persona segura y confiada. Este método consiste en «modelar» o imitar a alguien que tomas como referente. Busca a alguna persona cuyo estilo te parezca que podrías hacerlo propio, fíjate cómo habla, el tono de su voz, sus gestos, vestimenta, postura, contenido de discurso y demás y haz tú lo mismo, practica su estilo hasta que se convierta en el tuyo.
Me guardo para mi curso el gran secreto, la técnica por excelencia que permite que pierdas, en menos de cinco minutos (y esto es literal!!) el miedo y la timidez de hablar en público en forma definitiva, siguiendo mi método E.F.I. (Efectivo, Fácil e Inmediato). Si estás interesada/ o en recibir más información sobre cómo vencer el miedo a hablar en público y cómo ganar dinero aprendiendo a hablar en público, te invito a que te suscribas sin cargo a mi boletín, desde el formulario de mi blog.
Aún cuando tengas todos los secretos para encontrar el oro, si no te pones en acción, siempre serás pobre. Del mismo modo, aún cuando yo te muestre todo lo que tienes que hacer para convertirte en el mejor orador de todos los tiempos, si no practicas y aplicas, no serás nadie. Empieza ahora, y verás que en poco tiempo, tus cambios serán tan obvios que no podrás entender cómo pudiste esperar tanto tiempo para empezar a hablar en público.
Cariños!